Como sabéis los que os acercáis por mi blog soy de Ibel, un pequeño pueblo al sur de Senegal. Empecé a estudiar en la escuela Samba Danie Ba la enseñanza "élémentaire" con 7 años como todos los niños y fuí pasando cursos hasta llegar a la enseñanza media. En Ibel, hasta 2012, sólo era posible la enseñanza elemental hasta los 12 años pero justo cuando yo llegué a 6ème abrieron enseñanza media. Cursé la 6ème allí pero al segundo año (5ème) vi que estando en casa con la familia y los amigos, dedicados a otras tareas que nada tenían que ver con el estudio, no iba a conseguir mi propósito de superar la enseñanza media.
Así, con tan sólo 14 años tomé mi primera gran decisión, irme a Bandafassi a 7kms de Ibel. Deciros que en Bandafassi la vida no es fácil para un chico de 14 años solo, trabajaba muy muy duro el fin de semana en la construcción para ganar algún dinero con el que sobrevivir el resto de la semana y así, con mucho esfuerzo llegué a la 4ème, momento en el que elegí el español como tercera lengua. Al ser de Ibel y acompañar a los turistas españoles a Iwol, Dinfifelo, Dande, etc.. conocía algunas palabras y no me costó demasiado estudiar esta nueva lengua. Pasé a 3ème y llegó el momento de entrar en el Lycée, para cursar los últimos 3 años antes de la universidad.
Recuerdo que aquel verano tuve un accidente de moto y me rompí un dedo, qué difícil fue rellenar la solicitud de acceso con el dedo vendado!!! Tenía que irme a vivir a Kedougou y en casa mis padres no podían ayudarme, mi familia es humilde, vive del campo y no nos sobra el dinero por lo que no podían darme nada. Tengo un tío en Kedougou y me dejó un sitio para dormir así me lancé de nuevo a la aventura, mi sueño estudiantil no podía quedar truncado después de todo el esfuerzo, mi decisión era y sigue siendo firme: formarme es la única manera de cambiar para buscar un futuro mejor tanto mío como de mi país. Así, empecé seconde con 17 años en el Lycée Maciré Ba.
Los fines de semana me buscaba la vida como guía turístico y así tenía algún dinerillo para comprar material y comer algo (sí, sí, no comía demasiado por aquella época, mi precaria economía no me llegaba para todo y lo primero es lo primero: estudiar). Durante los 3 años en el Lycée gracias al Sr. Loy dinamicé y casi resucité el círculo hispánico del que fuí presidente y ayudé dando clases de español a los alumnos con más dificultades. Finalmente llegó terminale, mi último curso antes del baccalauréat (BAC), estudié mucho, mucho, mucho, me esforcé todo lo que pude y más, eran meses tristes, con muchas dificultades, poca comida y momentos de desesperación. Mis padres me dijeron que abandonase, que volviese pero mis convicciones eran firmes, mi esfuerzo, mi gran esfuerzo merecía una oportunidad, amigos y conocidos me instaban a abandonar pero decidí que iba a intentar lo imposible, era MI OPORTUNIDAD. Así, en julio hice el examen y aprobé a la primera, cosa muy poco frecuente ya que lo habitual es al menos intentarlo un par de veces. Síiiiiii lo había conseguido, había aprobado el BAC y mi sueño iba a hacerse realidad, podría ir a la Universidad.
Ahora estoy loco de contento y un poco nervioso, estoy esperando que el gobierno me comunique a que Universidad voy a ir, yo creo que será Dakar pero aún no lo sé. Deberé abandonar de nuevo mi casa y a mi familia, el sacrificio será grande pero estoy seguro, muy seguro de que valdrá la pena.
Mi amiga Mónica me compartió el otro día el video con la historia de Tamba, un chico de Ibel que hizo realidad su sueño hace algunos años, y viéndolo he pensado que yo también voy a pintar mis sueños color esperanza y en unas semanas me sentaré en una aula universitaria.
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